viernes, julio 15

Catalina de Siena

Catalina (que significa pura), conocida como Catalina de Siena, nació en Siena, el 25 de marzo de 1347, hija del tintorero  Diego Benincasa, siendo la menor de todos sus hermanos.

Cuentan que a la edad de cinco o seis años , cuando cruzaba la calle con su hermano Esteban, tuvo la primera de sus visiones: vio al Señor que le sonreía rodeado de ángeles e impartiéndole su bendición. Esta visión la hizo inclinarse definitivamente hacia la vida virtuosa.
Su padre, que tenía previsto casarla con un hombre rico, se sintió contrariado al confesarle Catalina que se había prometido con dios. La ira del hombre la hizo dedicarla a los menesteres más humildes de la casa, pero la joven no cesaba en sus intenciones, y padecía frecuentes situaciones de éxtasis.

Desesperados ya con la situación, sus padres cedieron y Catalina fue admitida en la Tercera Orden de Santo Domingo. Tenía dieciséis años y ya sabía curar, ayudar y dedicar tu tiempo y su bondad a los más necesitados, sobre todo a los enfermos de la Peste Negra, en la que pereció más de la tercera parte de la población.

A los veinticinco años comenzó su vida pública, como conciliadores de la paz entre los soberanos y aconsejando a los príncipes.
Mujer analfabeta, como la mayoría de la de su tiempo, dictó el libro titulado “Diálogo de la vida Divina”.

Catalina de Siena murió el 29 de abril de 1380, a consecuencia de un ataque de apoplejía.


Catalina murió en Roma, pero la gente de su ciudad natal quería tener su cuerpo, por lo que se dispusieron a tomarlo y regresarlo a su ciudad. Convencidos de que la misión era prácticamente imposible, lograron hacerse con su cabeza y meterla en una bolsa de papel. Cuentan que fueron descubiertos por los guardias, quienes les pidieron que mostraran el contenido de la bolsa, y al abrirla, ésta apareció lleno de pétalos de rosas.
Una vez llegados a Siena, la cabeza estaba de nuevo en la bolsa.

La cabeza y el dedo pulgar de la misma, fueron colocados en sendos relicarios, en los cuales continúan hoy, en la iglesia de San Dominico de Siena, Italia, siendo Patrona de la Ciudad.
El resto del cuerpo de Catalina sigue en Roma, en la iglesia de Santa María sopra Minerva y su pie se dice que es en un relicario en Venecia.

Catalina de Siena fue la gran mística del siglo XIV y canonizada en 1461 por el papa Pío II.

 En1979, el papa Pablo VI la proclamó doctora de la Iglesia.