jueves, julio 22

Lin Huiping

En julio del año 2002, un grupo de arqueólogos que excavaba una tumba de la dinastía Han de más de 2.000 años de antigüedad situada en Lianyungang, ciudad costera de la provincia oriental de Jiangsu, descubrió inesperadamente la momia de una mujer llamada Lin Huiping, cuyo perfecto estado de conservación era comparable a la de una mujer llamada Xinzhui exhumada en Mawangdui (Changsha).


Pero lo más sorprendente es que esta momia estaba completamente empapada, por lo que los arqueólogos consideraron que su excelente estado de conservación era un “milagro”. Los mismos especialistas que compusieron el rostro de la momia de Mawangdui restauraron con igual éxito el de la desenterrada en Lianyungang.
Otros tres cuerpos fueron encontrados en el mismo lugar, pero ninguno en tan perfecto estado de conservación.





Lin Huiping tenía una altura de 1,59 cm. y un peso de 25.5 kgs. Aún conservaba las raíces de su pelo claro, las cejas y se mantenían intactos su cerebro, músculos, corazón, pulmones, hígado e intestinos. La perfecta conservación también afectaba a su pelo, dientes, pie y dedos de los pies. El ataúd fue encontrado en un ambiente húmedo y cálido, lleno de líquido propenso a la cría de bacterias. Todo esto hace que la conservación del cuerpo sea algo excepcional .

jueves, julio 1

Silverio De Gubio

En Palermo, en 1599, un monje llamado Silvestro de Gubio al que se le atribuía la fama de santo dejó para siempre este mundo. Fue el primer momificado de las Catacumbas de los Capuchinos de Palermo.

Sus compañeros lo amortajaron y e intentaron momificar su cuerpo para que todo aquel que lo deseara pudiera visitar al difunto en las catacumbas de su convento capuchino donde había sido enterrado.
Esta técnica se hizo costumbre y se fue practicando con todos los que fueron falleciendo posteriormente.

Cuarenta años más tarde, cuando los monjes decidieron trasladar los restos de algunos antiguos fallecidos a otro lugar de las catacumbas, descubrieron que al menos 40 de ellos se conservaban como si hiciera poco tiempo que hubieran fallecido, aunque con la piel momificada.
Así descubrieron que la humedad ambiental del lugar, así como las posibilidades del terreno se prestaba para que los cuerpos se conservaran.

Con el tiempo se llegaron a reunir a ocho mil momias que se encuentran expuestas en dicho convento, en Palermo.

Para saber más.
El misterio de Las Catacumbas de Los Capuchinos de Palermo