lunes, abril 6

Retratos Mortuorios, Atrapados En El Cartón

No solamente las momias y los cuerpos incorruptos quedan retenidos en el tiempo. También quedan retenidos en él los cuerpos muertos que quedan impresos en la fotografía.


Con el invento del daguerrotipo sobre el año 1839 y posteriormente la fotografía, se puso en práctica el uso del Retrato Mortuorio.

En una época en la que la mortandad (la infantil sobremanera) era sumamente alta, el sufrimiento, la enfermedad y la muerte, eran asumidas como parte de la cotidianeidad de la vida, y era una constante en las familias la pérdida de seres queridos, con lo cual su dolor de duelo era casi permanente.


El retrato mortuorio ofrecía la posibilidad de disponer de una imagen para siempre de ese ser que tan dolorosamente se separaba de ellos, y de esta forma, recordarlo sin que el paso del tiempo borrara la imagen retenida en la memoria. Al mismo tiempo el poder disfrutar de ella los llenaba de fuerza y les hacía más llevadero el camino.

Había lugares en los que incluso se pensaba que el alma del fallecido quedaba retenida en el retrato y por lo tanto muy cerca de ellos cada vez que lo miraban. Esto les daba una relativa tranquilidad al sentir que el ser querido seguía viviendo en la fotografía.


Era por tanto primordial guardar la última imagen del mismo para recordarlo al verlo tal y como era en vida. Para ello los arreglaban y colocaban en situaciones cotidianas. Así, al mirar el retrato veían una escena que fue natural en la vida del mismo. El que partió seguía viviendo entre ellos.


(A esta niña la rodearon de sus muñecas preferidas, para simular que jugaba con ellas)

(Este niño fue vestido y sentado en una silla, e incluso le cruzaron las piernas para darle más realismo)




Había ocasiones en las que el resultado no era del todo convicente, como ocurre en esta foto, puesto que la expresión del niño carece de naturalidad. Da la impresión de le abrieron los ojos para dar más énfasis a la toma, y que incluso los retocaron para jacerlo más real, tarea de la que no se consiguieron buenos resultados, puesto que la expresión del rostro carece de vida.









Otras veces, y debido a la causa del fallecimiento, era tarea casi imposible el dar realismo vital al retrato, como el caso de esta niña, que nos muestra una imagen grotesca y desagradable.










También jugaba un factor en contra el rigor mortis. Esta niña fue maquillada sin resultados positivos ante la inposibilidad de ocultar su falta de vida.
















Este bebé fuen en vida Rosa Quintero (Lima), y falleció en 1892. Se aprecia claramente que está sujetado por las manos de alguien para que conserve su postura erguida.











(Con esta joven fallecida en Londres, en 1902, se quiso hacer ver un despertar natural después de una noche de descanso)

Esta costumbre, ya desaparecida, puede parecer ante nuestros ojos, al día de hoy como macabras y desagradables, sin embango hay que entender la forma de vida y de pensar de las personas que vivieron aquella época. Para ellos el Retrato Mortuorio era una manera de homenajear al fallecido.


5 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Estas fotos siempre me han producido un estraño escalofrío.

Desde luego la que me parece más natural es la última, parece que la niña acaba de despertarse.

Besos

El Bosque Olvidado dijo...

El primer niño sentado en la silla parace que esta vivo! Tiene mucha expresion.

La verdad, no comprendo esta costumbre. Lo mas logico hubiera sido retratarlos aun en vida. Pero estas fotos generalmente resultan demasiado crueles de mirar, en especial para sus seres queridos. En ocasiones, como usted señala, hasta resultan grotescos.

Saludos, madame

Diana de Méridor

Laulán dijo...

Luz de Gas, a mí también. Sin embargo, ahondando en el tema me he dado cuenta de que la práctica era como un homenaje al difunto, tal y como ahora se hace en las bodas y primeras comuniones.

Besos

Laulán dijo...

El Bosque Olvidado, pues también lo hacían en los últimos momentos de la vida, pero ésto lo contaré en otra entrada para no hacer esta muy larga
Efectivamente en los tiempos actuales no llegamos a comprender tales prácticas, pero igual ocurre con otros muchos temas del pasado.
Lo que sí es cierto es que ya es historia y por ese simple motivo merece ser destinado a que no se olvide.

Besos

oficio erico dijo...

me aproximo mucho a este tipo de fotografias, me causa felices escalofrios .