miércoles, febrero 17

Niños Momias De Potosí

Estos pequeños angelitos momificados, todos niños y niñas menores de un año, fueron descubiertos debajo de los altares de las iglesias, lugar donde tradicionalmente se sepultaban a los tiernos infantes, en Potosí, y la historia de sus vidas y de sus muertes es un misterio.

Fueron encontrados con los cuerpos conservados por más de cuatrocientos años. La sequedad del suelo y la presencia de minerales en el mismo hicieron el proceso de momificación.
Excepto dos de los infantes encontrados, que aparecieron desnudos, pertenecen a la época precolombina, los demás aparecieron con vestidos a la usanza española, tras lo cual se dedujo que se trataba de hijos de familias acaudaladas del país.

Existe la teoría-posibilidad, de que los incas, cuando atravesaban periodos de hambruna que mermaba a la población, recurrían al sacrificio de los hijos de sus gobernantes, tal vez en un desesperado intento de terminar con el sufrimiento de su pueblo.

Los españoles al usurpar el poder del pueblo inca, seguramente ignoraban el tributo que tendrían que pagar por aquellas tierras robadas, desconocedores también de la tradición precolombina. No se llegarían a explicar el porqué, cuando arreciaba la hambruna debido a que algún desastre natural mermaba las cosechas, sus hijos desaparecían misteriosamente.


En un misterio queda también el motivo de estas desapariciones. Se ignora si eran provocadas por los indígenas, ya en forma humana o en forma de dioses, o incluso por los propios padres, dejando a un lado sus sentimientos paternales y entregando a sus hijos con el único fin de perpetuar su gobierno.
Actualmente están expuestos en La Casa de la Moneda de Potosí, Bolivia.

domingo, febrero 14

La Momia Embarazada

Corría el siglo XIX cuando le llegó el momento del parto, entre los cinco y seis meses de gestación, y la mujer fue consciente de que le faltaban las fuerzas.

A sus cuarenta años era ya una anciana tanto para la vida como para el embarazo y alumbramiento, y la mísera vida y la mala alimentación que había llevado no le dio la posibilidad de obtener los nutrientes necesarios para llevar adelante un embarazo. Sus huesos estaban debilitados y carentes de calcio.

Todos los esfuerzos que realizó para facilitar el nacimiento de su criatura fueron en vano. Ambos murieron en el intento.

La mujer fue enterrada junto a su feto muerto recién nacido, de un tamaño entre 19 y 20 centímetros.
Los cuerpos momificados de madre e hijo fueron descubiertos junto a tantos otros entre finales del siglo XIX y principios del XX, en el cementerio de la ciudad de Guanajuato, en México. La mujer aún conservaba su abultado vientre.

Ambos están expuestos en el museo de la ciudad.

El feto momificado es considerado la momia más pequeña del mundo.

jueves, febrero 4

La Doncella De Hielo De Siberia

Las praderas del cielo, en la estepa del Ponto-Caspio en las montañas de Altay, cerca de la frontera con Mongolia, fue el lugar elegido en el siglo V antes de Cristo para el descanso eterno de quien veinticinco siglos después sería conocida como La Doncella de Hielo de Siberia, mujer joven de unos veinte años, de rubio pelo y de 1,55 cm. de altura, y que hasta la fecha se desconoce si se trataba de una princesa o una sacerdotiza.
Su cuerpo fue primorosamente embalsamado con turba y corteza, y depositado de lado, cuidadosamente como si durmiera, en un ataúd finamente labrado y cerrado con macizos clavos de metal, lo suficientemente grande como para que tuviera cabida el enorme tocado de alto estatus que llevaba, el cual tenía quince aves de madera dorada cosida a él.
Junto a ella fueron enterrados seis caballos ricamente decorados que previamente habían sido sacrificados, y suficiente comida para acompañarla en su último viaje, así como hermosas hoyas de artesanía, tesoros y artículos para el hogar.

La pálida piel del cuerpo de la mujer lucía cubierto de tatuajes vivos y azules, representando figuras de animales míticos en forma de flores, y otros como un burro, un carnero de montaña, dos ciervos de figuras muy estilizadas, con cuernos largos, y un imaginario carnívoro en el brazo derecho.
Su cuerpo estaba vestido de gala, con una blusa de seda de la india, una falda larga de lana roja y unas medias blancas de fieltro.
Cerca de su féretro fueron enterrados un buque de cuerno de Yak y platos con cilantro y cannabis sativa, probablemente para disimular el olor del cuerpo.
Parece ser que poco después de su enterramiento se dieron unas condiciones climáticas inusuales en el siglo V a.c., que inundaron la tumba de aguas heladas, congelando así la misma y toda la cámara funeraria, y preservándola intacta dentro de un bloque de hielo.

La llamada Doncella de Hielo de Siberia fue descubierta en 1993 por un grupo de arqueólogos rusos, en perfectas condiciones, pero una mala manipulación en la descongelación del cuerpo hizo que se produjese una rápida desintegración del mismo, perdiéndose gran parte de la maravilla del descubrimiento y quedando en el aire la incógnita de quién fue esa enigmática mujer, cómo murió, si fue sacrificada ritualmente o su muerte se produjo por causas naturales.

De lo que sí se tiene certeza es que se trataba de una mujer importante.