miércoles, enero 11

Momias De Tarim



Hace cuatro mil años, antes de que Marco Polo llegara a Oriente, y antes del inicio de la ruta de la seda, cientos de momias, de rasgos claramente europeos, pelo castaño o rubio, y nariz larga, fueron enterradas en la actual región autónoma de Sinkiang, en la cuenca del río Tarim, una zona agreste y árida, del desierto de Taklamakan de China. 



Sus cuerpos fueron enterrados boca abajo, y sobre el suelo, en lugar de lápidas, se hallaban clavados cientos de postes, de unos cuatro metros de altura.
Al pie de cada poste había barcos colocados boca abajo y cubiertos con pieles. 
Las momias conservaban aún las ropas con las que habían sido enterradas, así como sombreros con plumas, grandes capas de lana con flecos, botas de cuero, incluso prendas de ropa interior. Cada barco ataúd contenía ofrendas funerarias como cestas, máscaras talladas y restos de efedra, una hierba que puso ser utilizada con fines medicinales o para rituales.


El origen de estas momias es aún es desconocido.



 A fines del siglo XIX y principios del XX, unos exploradores descubrieron las primeras momias desecadas en un asentamiento perteneciente a la cultura Qäwrighul, aunque la investigación y los descubrimientos arqueológicos no se produjeron hasta los años 70 del pasado siglo.
Concretamente en 1978 una serie de descubrimientos comenzaron a poner en duda las teorías del aislamiento que se tenía sobre la cultura del lejano Oriente. El hallazgo de una serie de momias de rasgos europeos provocaba un cambio en las historia de las migraciones desde occidente.




Pero a estos descubrimientos no se le dio la importancia que verdaderamente tenían y las momias fueron depositadas y casi olvidadas en un museo hasta que Victor Mair, experto en análisis de textos chinos antiguos, reparó en ellas. Sin embargo aún se hubo de esperar un tiempo para la identificación y catalogación de los restos con verdadero rigor científico, y realizarles el correspondiente ADN.

Los resultados sobre los análisis hechos sobre su ropa y los objetos enterrados con ellas han dado pistas del origen de estas misteriosas momias. Según su ropa, se dedicaban al pastoreo y a la ganadería, lo que demuestra que éstos se habrían desarrollado en la zona mucho antes de lo que se creía. Igualmente los objetos de bronce enterrados junto a los cuerpos demuestran que este metal fue introducido en China por estos europeos de origen desconocido.



Los análisis de ADN revelan que podrían provenir de regiones tan diversas como Europa, Mesopotamia e incluso India, lo cual lleva a la conclusión de que contrariamente a lo que se había creído, la región de Tarim habría estado poblada alrededor de 1.700 años, hasta el 300 c.c.

Fuentes de Datos:
*National Geographic
*www.ocultos.com

lunes, diciembre 5

La Momia de Elmer McCurdy "El Forajido"



La infancia y juventud de Elmer McCurdy no fue afortunada precisamente. Nacido en Maine, en enero de 1880, fruto del desliz que tuvo Sadie, una adolescente de diecisiete años, con un primo suyo siete años mayor que ella, fue adoptado en cuanto nació por el matrimonio formado por George (hermano mayor de la joven) y Helen. Posteriormente el matrimonio tendría un hijo propio al que llamaron Carlos. Elmer creció pensando que Helen era su verdadera madre y Sadie su tía.

En febrero de 1890, George falleció a causa de la tuberculosis y Sadie se mudó a vivir a casa de su cuñada Helen a fin de hacerle compañía y ayudarla con el cuidado de los niños. Poco tiempo después revelaron a Elmer las circunstancias de su nacimiento y quien era su verdadera madre.
Al principio lo aceptó sin darle excesiva importancia, pero poco a poco comenzó a sentirse confundido al pensar que su “madre” era su “tía” y su “tía” era su “madre”.

Contaba quince años cuando comenzó a beber en exceso y a volverse rebelde, y en enero de 1895 se fugó de casa y se fue a vivir con sus abuelos. En este periodo de tiempo, e influenciado por su abuelo, comenzó a trabajar como aprendiz de fontanero, aprendiendo de forma rápida y bien, pero después de tres meses decidió volver a casa con su madre, manteniendo ambos una relación familiar y afable.
En 1899 Sadie enfermó y murió en 1900, cuando contaba 38 años de edad. Un mes más tarde lo hizo su padre y abuelo de Elmer.

Después de ambas muertes, el joven abandonó Maine para buscar fortuna y se trasladó a Lola, Kansas, trabajando como fontanero de pueblo en pueblo. En 1907 se instaló en Cherryville , donde comenzó a trabajar como minero.
Poco después, y en ese mismo año de 1907, se alistó en el ejército, donde permaneció durante tres años, y en 1910, cuando terminó su alistamiento, partió hacia St. Joseph, Missouri, en busca de trabajo. No tuvo suerte y comenzó de nuevo a beber en exceso. Allí fue detenido en noviembre al encontrársele en su poder “herramienta de ladrones”. Mientras esperaba en la cárcel la fecha del juicio, conoció a Walter Jarret, delincuente habitual acusado de robar varios bancos, con el que inició una relativa amistad.
Después de salir absuelto del juicio, Elmer se unió a Walter y a los hermanos Lee y Glen. Juntos planearon asaltar el tren de Iron Mountain con el fin de abrir la caja fuerte del mismo explosionándola con nitroglicerina. El asalto resultó un fracaso,  la banda se disolvió y Elmer se dirigió a las colinas de Osage, utilizando el alias de “Frank Curtis”. Allí consiguió trabajo en una compañía de construcción y conoció a un hombre llamado Amos Hayes, quién confesó a Elmer que tenía intención de robar un banco en Chautauqua, ofreciéndole una parte del dinero si participaba con él en el robo.
Puestos de acuerdo, la noche del 21 de septiembre de 1911, los dos hombres, junto con otro más llamado Higgins, se dispusieron al asalto. Elmer colocó una carga de nitroglicerina con una larga mecha provocando una explosión gigantesca que sin embargo no consiguió abrir la puerta de la caja fuerte. Decidieron poner otra carga de nitroglicerina, pero la explosión anterior había puesto en alerta a la ciudad y los asaltantes abandonaron la misma a caballo.

Después de aquello idearon un nuevo plan que consistía en asaltar el tren que transportaba los pagos de los indígenas a través de la vía férrea Katy, y el 4 de octubre de 1911, Amos, Elmer, y otro individuo llamado Sears se dispusieron a asaltar el tren consiguiéndolo con éxito, pero fueron acorralados por la policía y después de varias horas de tiroteos, Elmer McCurdy fue alcanzado y muerto.
Esa noche trasladaron el cuerpo de Elmer en la parte trasera de un carro hacia la funeraria de Jhonson, donde fue colocado en una cesta de mimbre y fotografiado por Willian J, Boag.




El empresario de pompas fúnebres, sospechando que  se vería obligado a mantener el cuerpo más tiempo de lo habitual, procedió a su embalsamamiento, sacando primero la bala del cuerpo, y aplicándole al mismo gran cantidad de arsénico, técnica común de embalsamamiento utilizada en la conservación de las momias egipcias.
Después de seis meses en la trastienda de la  morgue, descubrieron que el estado de conservación del cuerpo era perfecto. También descubrieron cuando fue retirado de la losa que Elmer aún podía permanecer de pie. Rápidamente se convirtió en un objeto de interés local, pasando a ser conocido como “El bandido embalsamado”.
El empresario de pompas fúnebres decidió vestirlo con la ropa que había usado en su último enfrentamiento armado, y conservarlo de pie en la esquina de la funeraria. Para añadir un toque de realismo, colocaron un fusil en su mano. Y así permaneció durante cinco años.

En octubre de 1916, dos hombres fueron a visitar al Sheriff y al abogado del condado. Uno de ellos afirmó que era hermano de Elmer, y reclamaron su cuerpo para darle sepultura. Estos hombres eran James y charles Patterson, propietario y gerente de “Patterson Muestra de Carnaval”
A partir de que les fuera entregado, el cuerpo de Elmer pasó los siguientes sesenta años de espectáculo en espectáculo. Su cuerpo fue asegurado por una gran cantidad de dinero, sirviendo incluso para elaborar carteles cinematográficos, siendo también exhibido en “El Museo del Crimen”.

En 1960 su historia estaba prácticamente olvidada, y en 1971 fue vendido a un museo de cera.
El ataúd de Elmer hacía tiempo que se había descompuesto, y sus restos se exhibían en una caja de cartón. Posteriormente fue expuesto en la atracción de feria “La Casa de la Risa”, mostrándolo como un ahorcado. Esta atracción sería cerrada al público en diciembre de 1978, al ser arrendada a los Estudios Universal Televisión para la filmación de la "Six Million Dollar Man".



Uno de los operarios se fijó en lo que para él era la figura de un anciano arrugado, que estaba colgado por el cuello con una soga al techo, y que había sido pintado varias veces con pintura de fósforo para que brillara en la oscuridad. Decidió descolgarlo y extendió la mano para aflojar la soga alrededor de su cuello. Al sacudir la soga sintió que algo golpeaba su pie y cuando miró hacia abajo vio la mitad inferior de un brazo derecho correspondiente a un ser humano, dejando ver el hueso. Avisaron inmediatamente a la policía que realizó las diligencias oportunas y Elmer fue trasladado a la oficina del médico forense de Los Angeles, en donde se le practicó una autopsia, siendo el resultado de la misma que los restos eran humanos, y que la muerte fue producida por una herida de bala. Además el cuerpo había sido embalsamado para la sepultura con el uso de arsénico que había momificado el cuerpo. Se determinó que la muerte se produjo después de 1905 y antes de finales de 1920.
El Dr. Clyde C. Snow , osteólogo de Oklahoma City fue enviado a Los Angeles para establecer la identidad de la momia. Comenzó la difícil tarea principalmente a través de la comparación de las fotografías que había tomado de Elmer poco después de su muerte con los rayos X de los restos, determinándose que efectivamente se trataba de Elmer McCurdy.



 En abril de 1977, Elmer McCcurdy fue enterrado en el Cementerio Summit View en Guthrie, Oklahoma, descansando por fin de más de setenta años de largo peregrinar.




viernes, septiembre 23

El Hombre De Bocksten


La vida del  hombre de Bocksten transcurrió en la baja edad media, entre los años 1290 y 1430 perteneciendo posiblemente a la clase próspera de la época. Su altura era de entre 170 y 180 cm.
Fue asesinado en los alrededores del municipio de Varberg, Suecia.

Su asesino o asesinos lo agredieron golpeándolo brutalmente, proporcionándole un primer golpe en la mandíbula inferior, otro en la oreja derecha y por último uno letal en la parte posterior de la cabeza. Después, para evitar que se convirtiera en fantasma, atravesaron su cuerpo con dos palos gruesos, uno de roble que le afectó el corazón y otro de haya que le atravesó la espalda, y lo arrojaron  a un lago que con el tiempo pasó a convertirse en pantano, cercano a una calzada medieval, la Vía Regia, a unos 15 km. De Varberg.

En el momento de su muerte vestía una camisa, túnica de lana, capucha, medias, calzas y zapatos de cuero. Llevaba además una bolsa de tela, cobertura para los pies, cinturón también de cuero, con funda, y dos cuchillos.

(Ropa Hombre Bocksten)
(Túnica)

(Capa)

(Capucha)

(Calzas)

(Cinturón, zapatos y cuchillos)

Sus restos fueron encontrados por un niño de 11 años, Johansson, el 22 de junio de 1936, que recolectaba turba del pantano y comprobó con asombro que entre la turba de su saco aparecían partes de un esqueleto.

A pesar de que la parte superior del hombre estaba dañada, la inferior estaba intacta, conservando en buen estado pulmones, hígado y cerebro, así como la ropa, una de las mejores que se conservan en Europa de aquella época.

En enero de 2006 en el Hospital Universitario de Sahlgrenska, fue sometido a computarización, y sobre la base de la tomografía del cuerpo, se realizó un modelo de cómo podría haber sido el Hombre de Bocksten.


(Reconstrucción Hombre Bocksten)

El Hombre de Bocksten ha sido parte de la exposición del museo en el condado de Halland.


jueves, agosto 25

La Momia De San Severinio


Esta momia se encuentra en la iglesia del pueblo de Ainzón, en Zaragoza. 

Desde que encontré algo de su historia, en el blog De Profesión Incierta, poco es lo que he descubierto acerca de ella. Me remito pues a transmitir los datos que se aportan en el citado blog.

Según parece se trata de San Severinio, un soldado romano del siglo IV y nada más se conoce de él.
Se encuentra recostada en un Doncel recubierto de gasas, con una pronunciada palidez y brillantes joyas.

Lamento no aportar más datos. Seguiré buscándolos y si los encuentro, actualizaré la entrada.

viernes, julio 15

Catalina de Siena

Catalina (que significa pura), conocida como Catalina de Siena, nació en Siena, el 25 de marzo de 1347, hija del tintorero  Diego Benincasa, siendo la menor de todos sus hermanos.

Cuentan que a la edad de cinco o seis años , cuando cruzaba la calle con su hermano Esteban, tuvo la primera de sus visiones: vio al Señor que le sonreía rodeado de ángeles e impartiéndole su bendición. Esta visión la hizo inclinarse definitivamente hacia la vida virtuosa.
Su padre, que tenía previsto casarla con un hombre rico, se sintió contrariado al confesarle Catalina que se había prometido con dios. La ira del hombre la hizo dedicarla a los menesteres más humildes de la casa, pero la joven no cesaba en sus intenciones, y padecía frecuentes situaciones de éxtasis.

Desesperados ya con la situación, sus padres cedieron y Catalina fue admitida en la Tercera Orden de Santo Domingo. Tenía dieciséis años y ya sabía curar, ayudar y dedicar tu tiempo y su bondad a los más necesitados, sobre todo a los enfermos de la Peste Negra, en la que pereció más de la tercera parte de la población.

A los veinticinco años comenzó su vida pública, como conciliadores de la paz entre los soberanos y aconsejando a los príncipes.
Mujer analfabeta, como la mayoría de la de su tiempo, dictó el libro titulado “Diálogo de la vida Divina”.

Catalina de Siena murió el 29 de abril de 1380, a consecuencia de un ataque de apoplejía.


Catalina murió en Roma, pero la gente de su ciudad natal quería tener su cuerpo, por lo que se dispusieron a tomarlo y regresarlo a su ciudad. Convencidos de que la misión era prácticamente imposible, lograron hacerse con su cabeza y meterla en una bolsa de papel. Cuentan que fueron descubiertos por los guardias, quienes les pidieron que mostraran el contenido de la bolsa, y al abrirla, ésta apareció lleno de pétalos de rosas.
Una vez llegados a Siena, la cabeza estaba de nuevo en la bolsa.

La cabeza y el dedo pulgar de la misma, fueron colocados en sendos relicarios, en los cuales continúan hoy, en la iglesia de San Dominico de Siena, Italia, siendo Patrona de la Ciudad.
El resto del cuerpo de Catalina sigue en Roma, en la iglesia de Santa María sopra Minerva y su pie se dice que es en un relicario en Venecia.

Catalina de Siena fue la gran mística del siglo XIV y canonizada en 1461 por el papa Pío II.

 En1979, el papa Pablo VI la proclamó doctora de la Iglesia.

jueves, junio 9

La Momia de Jeremy Bentham


(La momia de Jeremy Bentham cuando aún conservaba la cabeza a sus pies)

Jeremy Bentham, pensador y padre del utilitarismo, nació en Houndsdich (Londres), el 15 de febrero de 1748, en el seno de una acomodada familia inglesa.

Considerado niño prodigio, ya leía tratados y volúmenes de la Historia de Inglaterra en su más tierna infancia. Sabía leer a los tres años además de tocar el violín; con cinco estudiaba latín y francés, y a los doce ingresó en la Universidad de Oxford, ejerciendo como abogado a los 19. En un futuro se dedicó a las tareas intelectuales y a proponer ambiciosas ideas de reformas sociales.
Su vida estuvo dedicada casi por completo al movimiento utilitarista, lo cual le llevó a la formulación de esta doctrina.

Murió en 1832, a los 84 años, después de escribir una extensa obra que fue publicada después de su muerte.

Bentham poseía una elevada autoestima y opinión sobre sí mismo, por lo que decidió que una vez falleciera su cuerpo quedara intacto en la posteridad, y así lo dejó tajantemente establecido en su testamento. Exigía ser embalsamado y vestido con uno de sus trajes frecuentemente usado por él, sentado en una silla y que su figura presidiera las reuniones que se realizaran de carácter utilitarista.
(La momia de Jeremy Bentham en la actualidad)


Durante mucho tiempo, en vida, llevó en sus bolsillos un par de ojos de cristal que pensó podrían venir bien a su cabeza una vez muerto, sin embargo, su cabeza resultó gravemente dañado en las maniobras de embalsamamiento y tuvieron que optar por fabricar una cera, que es la que actualmente figura sobre su cuerpo.
Fue sentado en una silla, dentro de una especie de armario de madera, cerrado con cristal en la parte delantera, y que se exhibe en el University College de Londres. La cabeza original fue, por decisión del la universidad, colocada a los pies de la figura.
No obstante, fue robada en diferentes ocasiones por los estudiantes del King’s College de Londres, por lo que la dirección del College decidió guardarla en un lugar seguro dentro del propio edificio.

Los restos del filósofo moral residen en un gabinete en Londres,

miércoles, abril 13

La Cabeza De Enrique IV De Francia


Enrique IV de Francia y III de Navarra, el primer rey de la Casa de Borbón fue uno de los monarcas más populares de Francia, conocido como 'Enrique El Bueno' o 'El Galante'

El 14 de Mayo de 1610, Enrique IV de Francia era asesinado con dos puñaladas por el fanático católico François Ravaillac. Tenía 57 años de edad. El 1 de Junio fue enterrado en la basílica de Saint-Denis, donde ya reposaban otros reyes de Francia.

Durante 183 años descansó el rey en la tranquilidad de la basílica, pero en 1783, durante la Revolución Francesa, grupos de revolucionarios profanaron las tumbas de los reyes y reinas, príncipes, princesas y nobles allí sepultados, inhumaron sus restos sacándolos de sus ataúdes y los enterraron en una fosa común.

El cuerpo de Enrique IV se encontraba en muy buen estado de conservación, debido a que había sido embalsamado, hecho que causó gran sensación en los profanadores pues se creía que tan solo los cuerpos de los santos podían permanecer incorruptos. Debido a esto, fue expuesto públicamente durante varios días, sufriendo durante su exposición todo tipo de vejaciones y mutilaciones, entre ellas la cabeza, para posteriormente pasar a formar parte de los demás restos en la fosa común.
Allí permaneció hasta el año 1817, en el que el rey Luis XVIII toma la decisión de restaurar de nuevo las capillas mortuorias para que todos los restos reales mal enterrados volvieran a su descanso en sus sepulturas originales. 

En la operación se encontraron tres cuerpos que habían sido decapitados y sus cabezas desaparecidas. Uno de ellos era el de Enrique IV, por lo que sus restos fueron vueltos a enterrar sin ella.


Nada más se supo de la cabeza perdida del rey hasta 1919, cuando en una subasta en el Hotel Dreuot fue adquirida por tres francos por el anticuario Joseph-Emile Bourdais. Se aseguraba que se trataba realmente de la cabeza momificada de Enrique IV.
Ofrecida al museo de Louvre, fue tajantemente rechazada por éste ante la incredulidad de que se tratara de tan reales restos, quedando en poder del anticuario hasta el fallecimiento de éste, en que pasó a ser custodiada por su hermana para más tarde ser vendida por 5000 francos a Jacques Bellanger, quien la mantuvo oculta en su casa hasta el año 2008. Meses más tarde, la cedió para una investigación científica en la que sería sometida a las pruebas de ADN. En el resultado de las misma se comprobó, casi al 100%, de que realmente se trataba de la cabeza del rey Enrique IV.

La noticia fue dada por el equipo multidisciplinario, encabezado por el patólogo forense Philippe Charlier, y publicada en el British Medical Journal.

Los resultados de las pruebas correspondientes a la datación por radiocarbono, precisaron la fecha de los restos pertenecientes a un periodo de tiempo entre 1450 y 1650, lo cual encaja dentro de la de la muerte del monarca, 1610. Aseveraban igualmente que los rasgos de la cabeza coincidían con los del rostro del monarca.


Presentaba una cicatriz facial en el hueso superior de la mejilla izquierda, de una herida con arma punzante, que correspondería a la cuchillada en un intento de asesinato asestada por Jean Châtel en 1594. También se encontraron señales de cortes en las cervicales que, según los expertos, se deberían a la decapitación.


El lóbulo derecho aparecía agujereado, coincidiendo con el hecho de que el rey solía llevar un pendiente tal y como era la moda en la corte de los Valois. Igualmente apreciaba una lesión oscura cerca de la fosa nasal derecha del tamaño de un champiñón.


Aunque se constató una incipiente calvicie (el rey la padecía), el pelo de la cabeza y restos de barba y bigote, de tonos rojizos y canosos, encajan con los del rey en el momento del deceso, lo mismo que algunos dientes en mal estado.

Muchos de los rasgos de la cabeza del monarca coinciden con los retratos existentes del mismo, así como del molde que se hizo de su cara poco después de su muerte.

 
 (Molde realizado después de la muerte)

La cabeza será sepultada junto con los demás restos en la basílica de Saint-Denis.

Fuente de Datos:
*Ladepeche.fr.