La infancia
y juventud de Elmer McCurdy no fue afortunada precisamente. Nacido en Maine, en
enero de 1880, fruto del desliz que tuvo Sadie, una adolescente de diecisiete
años, con un primo suyo siete años mayor que ella, fue adoptado en cuanto nació
por el matrimonio formado por George (hermano mayor de la joven) y Helen.
Posteriormente el matrimonio tendría un hijo propio al que llamaron Carlos.
Elmer creció pensando que Helen era su verdadera madre y Sadie su tía.
En febrero
de 1890, George falleció a causa de la tuberculosis y Sadie se mudó a vivir a
casa de su cuñada Helen a fin de hacerle compañía y ayudarla con el cuidado de
los niños. Poco tiempo después revelaron a Elmer las circunstancias de su
nacimiento y quien era su verdadera madre.
Al principio
lo aceptó sin darle excesiva importancia, pero poco a poco comenzó a sentirse
confundido al pensar que su “madre” era su “tía” y su “tía” era su “madre”.
Contaba
quince años cuando comenzó a beber en exceso y a volverse rebelde, y en enero
de 1895 se fugó de casa y se fue a vivir con sus abuelos. En este periodo de
tiempo, e influenciado por su abuelo, comenzó a trabajar como aprendiz de
fontanero, aprendiendo de forma rápida y bien, pero después de tres meses
decidió volver a casa con su madre, manteniendo ambos una relación familiar y
afable.
En 1899
Sadie enfermó y murió en 1900, cuando contaba 38 años de edad. Un mes más tarde
lo hizo su padre y abuelo de Elmer.
Después de
ambas muertes, el joven abandonó Maine para buscar fortuna y se trasladó a
Lola, Kansas, trabajando como fontanero de pueblo en pueblo. En 1907 se instaló
en Cherryville , donde comenzó a trabajar como minero.
Poco después,
y en ese mismo año de 1907, se alistó en el ejército, donde permaneció durante
tres años, y en 1910, cuando terminó su alistamiento, partió hacia St. Joseph,
Missouri, en busca de trabajo. No tuvo suerte y comenzó de nuevo a beber en
exceso. Allí fue detenido en noviembre al encontrársele en su poder “herramienta
de ladrones”. Mientras esperaba en la cárcel la fecha del juicio, conoció a
Walter Jarret, delincuente habitual acusado de robar varios bancos, con el que
inició una relativa amistad.
Después de
salir absuelto del juicio, Elmer se unió a Walter y a los hermanos Lee y Glen.
Juntos planearon asaltar el tren de Iron Mountain con el fin de abrir la caja
fuerte del mismo explosionándola con nitroglicerina. El asalto resultó un
fracaso, la banda se disolvió y Elmer se
dirigió a las colinas de Osage, utilizando el alias de “Frank Curtis”. Allí
consiguió trabajo en una compañía de construcción y conoció a un hombre llamado
Amos Hayes, quién confesó a Elmer que tenía intención de robar un banco en
Chautauqua, ofreciéndole una parte del dinero si participaba con él en el robo.
Puestos de
acuerdo, la noche del 21 de septiembre de 1911, los dos hombres, junto con otro
más llamado Higgins, se dispusieron al asalto. Elmer colocó una carga de
nitroglicerina con una larga mecha provocando una explosión gigantesca que sin
embargo no consiguió abrir la puerta de la caja fuerte. Decidieron poner otra
carga de nitroglicerina, pero la explosión anterior había puesto en alerta a la
ciudad y los asaltantes abandonaron la misma a caballo.
Después de
aquello idearon un nuevo plan que consistía en asaltar el tren que transportaba
los pagos de los indígenas a través de la vía férrea Katy, y el 4 de octubre de
1911, Amos, Elmer, y otro individuo llamado Sears se dispusieron a asaltar el
tren consiguiéndolo con éxito, pero fueron acorralados por la policía y después
de varias horas de tiroteos, Elmer McCurdy fue alcanzado y muerto.
Esa noche
trasladaron el cuerpo de Elmer en la parte trasera de un carro hacia la
funeraria de Jhonson, donde fue colocado en una cesta de mimbre y fotografiado
por Willian J, Boag.
El
empresario de pompas fúnebres, sospechando que
se vería obligado a mantener el cuerpo más tiempo de lo habitual,
procedió a su embalsamamiento, sacando primero la bala del cuerpo, y aplicándole
al mismo gran cantidad de arsénico, técnica común de embalsamamiento utilizada
en la conservación de las momias egipcias.
Después de
seis meses en la trastienda de la
morgue, descubrieron que el estado de conservación del cuerpo era
perfecto. También descubrieron cuando fue retirado de la losa que Elmer aún
podía permanecer de pie. Rápidamente se convirtió en un objeto de interés
local, pasando a ser conocido como “El bandido embalsamado”.
El
empresario de pompas fúnebres decidió vestirlo con la ropa que había usado en
su último enfrentamiento armado, y conservarlo de pie en la esquina de la
funeraria. Para añadir un toque de realismo, colocaron un fusil en su mano. Y
así permaneció durante cinco años.
En octubre
de 1916, dos hombres fueron a visitar al Sheriff y al abogado del condado. Uno
de ellos afirmó que era hermano de Elmer, y reclamaron su cuerpo para darle
sepultura. Estos hombres eran James y charles Patterson, propietario y gerente
de “Patterson Muestra de Carnaval”
A partir de
que les fuera entregado, el cuerpo de Elmer pasó los siguientes sesenta años de
espectáculo en espectáculo. Su cuerpo fue asegurado por una gran cantidad de
dinero, sirviendo incluso para elaborar carteles cinematográficos, siendo
también exhibido en “El Museo del Crimen”.
En 1960 su
historia estaba prácticamente olvidada, y en 1971 fue vendido a un museo de
cera.
El ataúd de
Elmer hacía tiempo que se había descompuesto, y sus restos se exhibían en una
caja de cartón. Posteriormente fue expuesto en la atracción de feria “La Casa
de la Risa”, mostrándolo como un ahorcado. Esta atracción sería cerrada al
público en diciembre de 1978, al ser arrendada a los Estudios Universal
Televisión para la filmación de la
"Six Million Dollar Man".
Uno de los
operarios se fijó en lo que para él era la figura de un anciano arrugado, que
estaba colgado
por el cuello con una soga al techo, y que había sido pintado varias veces con
pintura de fósforo para que brillara en la oscuridad. Decidió descolgarlo y
extendió la mano para aflojar la soga alrededor de su cuello. Al sacudir la
soga sintió que algo golpeaba su pie y cuando miró hacia abajo vio la mitad
inferior de un brazo derecho correspondiente a un ser humano, dejando ver el
hueso. Avisaron inmediatamente a la policía que realizó las diligencias
oportunas y Elmer fue trasladado a la oficina del médico forense de Los
Angeles, en donde se le practicó una autopsia, siendo el resultado de la misma
que los restos eran humanos, y que la muerte fue producida por una herida de
bala. Además el cuerpo había sido embalsamado para la sepultura con el uso de
arsénico que había momificado el cuerpo. Se determinó que la muerte se produjo
después de 1905 y antes de finales de 1920.
El Dr. Clyde C. Snow , osteólogo de Oklahoma City fue enviado a Los Angeles para
establecer la identidad de la momia. Comenzó
la difícil tarea principalmente a través de la comparación de las fotografías que había tomado de Elmer poco después de su muerte con los
rayos X de los restos, determinándose que efectivamente se trataba de Elmer
McCurdy.
En
abril de 1977, Elmer McCcurdy fue enterrado en el Cementerio Summit View en
Guthrie, Oklahoma, descansando por fin de más de setenta años de largo
peregrinar.